domingo, 10 de agosto de 2008

Contraflujo.!

un cuento infantil que encontre en una pagina que se llamaba "contraflujo", me rei mucho..
pero despues pense cuantas mujeres hay casadas, con amantes, con noviosetc. y sin embargo son insatisfechas sexualmente..por un hombre..que acaso no se dan cuenta hombres que no solo es ponerla ..pero ya me esta dando bronca que no se den cuenta que el clitoris no esta de adorno..

lean el cuentito...a ver que piensan..



Blanca Nieves y la Bella Durmiente mantenían una relación en secreto. Ambas creían que la persona más indicada para satisfacer a una mujer era, precisamente, otra mujer.A pesar de sus respectivos matrimonios con sendos príncipes azules, su vida sexual no era plena.

-La tiene muy chiquita –decía Blanca Nieves.-Se viene muy rápido –comentaba la Bella Durmiente.

Fuera de eso, sus vidas en matrimonio eran relativamente confortables: tenían auto, chofer, empleados domésticos, guardaespaldas y iPods propios.

Las dos princesas se veían cada martes y viernes en casa de los enanitos, de día, mientras ellos trabajaban en una mina. Las camas les quedaban, por lo tanto, muy pequeñas, pero juntando tres o cuatro les era más que suficiente para hacer el amor en todas las posiciones posibles.Intentemos la tijerita, decía una; mejor el candado, decía la otra. Finalmente probaban suerte con ambas, hasta quedar saciadas.Por su parte, los príncipes azules no tenían ni la más leve sospecha de que esas reuniones matutinas de sus mujeres terminaban siempre en sudor real.Ellos salían muy temprano, cada cual de su castillo, y se aventuraban al pueblo para atender “importantes negocios”, como decían, en son de burla, las princesas.Poco a poco Blanca Nieves y la Bella Durmiente empezaron a sentir deseos de experimentar cosas nuevas, así que decidieron invitar a todas las princesas de los reinos cercanos. Cenicienta, Ariel, Jazmín, Bella, Rapunzel y muchas otras chicas de las altas esferas sociales se daban cita en casa de los enanitos, hasta que aquellas reuniones se convirtieron en las más increíbles orgías de princesas jamás vistas.La voz se corrió por todo el universo, y de pronto la casa de los enanitos no fue suficiente para albergar a tanta princesa insatisfecha sexualmente, así que decidieron alternar sus propiedades.-¡Mañana en mi casa! –sugería Fiona.-¡Ahora en la mía! –apuntaba Leia.-¡La próxima semana me toca a mí! –ofrecía Carolina de Mónaco.En poco tiempo las mujeres acordaron verse a diario. Algunas proponían nuevas técnicas; algunas más llevaban estilizados juguetes; otras sacaban a relucir sus fetiches: que si déjate puestas las zapatillas de cristal, que si envuélveme con tu largo, largo cabello, etc.Así pues, las princesas, sin excepción, coincidían en que ni todo el oro del mundo, ni todas las joyas, ni lámparas mágicas o cajitas musicales, ni nada que sus maridos pudieran ofrecerles, sustituirían jamás esas mañanas de celestiales orgías femeninas..